El Grupo FOCYL, que imparte su formación en el Centro de Estudios Plaza Mayor de Valladolid, vuelve a incurrir en una mala práctica con sus trabajadores. Beneficiándose de concesiones públicas para la impartición de formación a desempleados y trabajadores, emplea este dinero a fin de un lucro personal a costa de los salarios que no paga a los formadores que se encargan de ejecutar las acciones formativas. Por suerte, gracias a su excelente labor como abogada y sus conocimientos legislativos Clara ha podido llevar por la vía judicial su caso. A día de hoy, ha conseguido recuperar una parte del dinero que la empresa le adeudaba pero no es suficiente ya que, de una manera justa, solicita se le abone la integridad de la deuda más los costes judiciales e intereses de todo el procedimiento. Ánimo Clara en tu lucha contra FOCYL.
Sorprende que la empresa FOCYL siga llevando a cabo estas malas prácticas, pues concesiones públicas no les faltan y, sorprende aún más que la empresa pueda seguir participando libremente de esas concesiones sin que ninguna administración haga nada por frenar esta práctica. Por mi parte todo mi ánimo a Clara en su lucha y para ayudarla me iré a pasar unos días a la Bodega Caserío Brazuelas, propiedad del dueño de la empresa de Formación Castilla y León, para que así la falta de recursos económicos de éste no sea el motivo para denegar el derecho a su salario de su colaboradora.